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23/Abr/2015
Diez santuarios unidos al Cosmos. Parte 9
Lo Que Nunca Viste
Santuario Petra
Ubicada al sur de los actuales territorios de Palestina y Siria, la cultura nabatea que vivió su mayor desarrollo entre los siglos III a.C. y II d.C., no goza hoy de la popularidad de otras civilizaciones mediterráneas de la Antigüedad. Y, sin embargo, este pueblo nos legó una de las más hermosas construcciones realizadas jamás por la mano del hombre: la ciudad de Petra, capital del reino nabateo.
Sus templos y monumentos excavados en la roca, en muchos casos semiocultos por los desfiladeros, alcanzaron una gran popularidad tras su aparición en una de las aventuras de Indiana Jones, y hoy son un atractivo destino turístico para millones de turistas llegados de todos los rincones del globo. Sin embargo, pocos visitantes conocen las complejas claves astronómicas que se esconden en este recóndito enclave del desierto jordano.
Al igual que en la Antigüedad, el primer edificio de importancia que recibe hoy al visitante es “El Tesoro” o Al Jazna. Se trata de un monumento excavado en la roca rosácea sobre el que todavía se discute si fue la tumba del rey Aretas IV (9 a.C.-40 d.C.), un templo dedicado a Isis-Al Uzza (una divinidad nabatea identificada con el planeta Venus), o ambas cosas a un mismo tiempo. Los estudios realizados por el investigador español José Antonio Belmonte ya citado anteriormente, revelan que el edificio está orientado en dirección al desfiladero de As Siq, y desde su fachada era posible observar una porción celeste donde se producía la salida más septentrional de la Luna o el planeta Venus.
Continuando el paso en dirección hacia el centro de la ciudad, el visitante se encuentra con las tumbas reales talladas en la cara oeste de la montaña Yebal al Jubza. Lo más curioso en términos astronómicos es que dichas tumbas están orientadas de tal forma que desde su ubicación es posible contemplar directamente la puesta de Sol en los equinoccios. Estas fechas tenían una gran importancia para los nabateos, pues el tiempo que coincidía con la primera Luna posterior a los equinoccios estaba relacionado con el culto a los muertos, algo que parece encajar con la orientación de las tumbas reales.
Otro de los elementos arqueoastronómicos de la ciudad se encuentra cerca de las tumbas reales. Se trata de dos obeliscos de unos seis metros de altura, dedicados a las divinidades Dushara y Al Uzza, que tienen la peculiaridad de estar orientados en función de los equinoccios. Por esta circunstancia, al amanecer y al atardecer de estas fechas del año, la sombra proyectada por uno de ellos se superpone sobre el otro. El significado de este espectáculo de luz y sombra, tal y como explica Belmonte, es todavía desconocido.
Las claves astronómicas de Petra se completan con el llamado “Templo de los Leones”, dedicado a la diosa Al Uzza. Fue construido en el siglo I d.C., y su orientación parece estar relacionada con la puesta de la estrella Canopo, un astro que gozó de gran importancia entre los pueblos árabes preislámicos. Finalmente, el “Castillo de la Princesa” o Ksar Al Bint, estaría orientado, a falta de estudios más detallados, a una de las estrellas de la constelación de la Osa Mayor.
Fuente: http://www.planetasapiens.com/
Fecha |
23/Abr/2015
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Santuario cosmos Santuario Petra
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