Situada en Vilaplana, la Mussara tiene fama de ser un lugar siniestro, un rincón de pasado tenebroso. La aldea fue tiempo atrás una localidad rica y señorial que causaba la envidia de los municipios cercanos. El pueblo fue abandonado el pasado siglo por una epidemia de filoxera, fue la falta de agua la que frenó la agricultura y otro factor que ayudó a la despoblación fue la especulación inmobiliaria que pretendió construir en la zona una posible urbanización y los vecinos se fueron marchando hasta que en 1961 se deshabitó por completo. Se conservan ocho ruinosos edificios a más de 1.000 metros de altura. Se dice que cuando la niebla baja se pueden sentir las campanas de la iglesia de San Salvador, pero que su campanario, hace mucho que se echó a perder. Corre un rumor entre las localidades próximas, que en la Mussara hay una especie de puerta dimensional, un acceso a otros mundos paralelos, argumentan que hay varios de desaparecidos a los que nunca se encontró y sobre los que no hay pistas de su paradero.
Un equipo de geólogos ha investigado por primera vez la falla de despegue del mar de Banda, de más de 60.000 kilómetros cuadrados, por lo que es la falla de este tipo más grande del mundo Lo Que Nunca Viste