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11/Oct/2012
Göbekli Tepe, el primer templo de la historia
Lo Que Nunca Viste
Klaus Schmidt descubrió en Turquía unas construcciones erigidas en el Neolítico que podrían ser los templos más antiguos del mundo.
El arqueólogo alemán Klaus Schmidt en octubre de 1994, emprendió una misión de reconocimiento en el sur de Turquía. Schmidt había leído el informe de un arqueólogo de la Universidad de Chicago, que en la década de 1960 descubrió un montículo con restos arqueológicos en los alrededores de una aldea cercana a Urfa, según el arqueologo, el lugar no tenía gran interés, y sólo destacó la presencia de algún cementerio medieval y varios artefactos de sílex.
Pero Schmidt y su equipo empezaron a buscar el lugar, al principio sin éxito. «Nos detuvimos sin ver rastro arqueológico alguno, sólo las huellas de los rebaños de ovejas y cabras».
A 14 kilómetros de la ciudad de Sanliurfa, localizaron un montículo que los lugareños llamaban Göbekli Tepe, «colina panzuda». Schmidt se dio cuenta de que el montículo no era natural, sino resultado de la actividad humana; en su superficie hallaron fragmentos dispersos de piedra caliza y gran cantidad de astillas de sílex.
En cuestión de minutos se hizo evidente la importancia del descubrimiento, los arqueólogos pronto tropezaron con fragmentos de grandes bloques tallados e identificaron asimismo restos de escultura.
Pilares y relieves.
Al año siguiente se iniciaron las excavaciones y sacaron a la luz unas impresionantes construcciones megalíticas: al menos veinte círculos de pilares de piedra caliza, en forma de T, que presentaban determinadas características humanas y estaban decorados con una serie de relieves de animales, algunos muy refinados.
Los análisis demostraron que la antigüedad del yacimiento se sitúa en torno a 9000-7500 a.C., en pleno Neolítico.
El conjunto está formado por varias estructuras sucesivas, construidas una encima de la otra, los monolitos de mayor tamaño, colocados en el centro de las estructuras, debían tener originalmente una altura de 5,5 metros y estaban tallados en una sola pieza que podía pesar 40 toneladas. En la fase más reciente se redujo el tamaño de los pilares y éstos se anclaron en el suelo con menos habilidad. Los relieves eran de menor calidad y las estructuras aparecían rodeadas de muros rectangulares.
¿Era un santuario?.
Klaus Schmidt expuso la teoría de que Göbekli Tepe fue un centro religioso en el Neolítico, lo que lo convertiría en el templo más antiguo de la historia, según Schmidt, el complejo habría sido construido por grupos de cazadores-recolectores que peregrinaban periódicamente desde un área de doscientos kilómetros a la redonda para celebrar rituales asociados a las fuerzas animales que se representaban en los pilares del complejo.
La interpretación de Schmidt se basa en los relieves labrados sobre los pilares de Göbekli Tepe, estos pilares comparables con los de los cercanos templos de Nevali Çöri, anegados por una presa de reciente construcción parecen figuras humanas estilizadas, sin cabeza, con brazos esculpidos a cada lado y acabados en unas manos que se dirigen hacia el vientre, cubierto con una especie de taparrabos, todos miran hacia el interior del círculo, «como en una reunión o una danza»; según Schmidt, representan el inframundo. La falta de cabeza se relacionaría con la costumbre de retirar los cráneos de las sepulturas. El enterramiento de las estructuras también resulta intrigante: ¿Perdían su poder espiritual con el tiempo? ¿O la ceremonia estaba asociada a algún hecho o personaje, como el jefe de un clan?
Teoría revolucionaria.
Schmidt cree que el descubrimiento de Göbekli Tepe cambia nuestra comprensión del desarrollo del Neolítico, frente a la tesis convencional de que la invención de la agricultura propició el paso a un modo de vida sedentario, Schmidt considera que en el caso de Göbekli Tepe el motor del cambio fue la religión.
Fueron grupos de cazadores-recolectores seminómadas los que comenzaron a asentarse en la zona para almacenar y defender sus fuentes de comida con el objetivo de proveer al templo; sin embargo, estudiosos como Ted Banning han puesto en duda que Göbekli Tepe fuera exclusivamente un centro religioso y no un asentamiento, así como que sus constructores fueran cazadores-recolectores, pues se han hallado pequeños molinos y hoces de sílex, propios de agricultores.
Las prospecciones geofísicas en Göbekli Tepe han mostrado que el yacimiento tenía 90.000 metros cuadrados de extensión y que aún quedan sepultados otros quince recintos, alguno de ellos podría ser más antiguo que los cuatro excavados hasta la fecha, remontándose a finales de la última glaciación, hace unos 15.000 años.
Fecha |
11/Oct/2012
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