Silky, el fantasma carismático.

En el Noreste de Inglaterra se ubica Northumbria, lugar donde habita un amigable fantasma llamado Silky que pasea vistiendo un traje negro de seda. Silky ha ganado popularidad a través de los años, tal es así, que todos asocian el lugar con el fantasma.
Silky es travieso y no le gusta quedarse quieto en ningún lugar.
Ha sido visto en los bosques y por lugares alejados. Se dice que disfruta de los paisajes tranquilos y lejos del bullicio para reposar.
Quienes no saben del fantasma se impresionan al verlo, se quedan atónitos y mudos del susto, hay quienes afirman verlo continuamente y le han perdido el miedo.
En la peña de Belsay, Silky se sienta a reposar sobre un árbol, siempre está allí contemplando lo que sucede. Este árbol preferido por el fantasma es conocido ahora como la Silla de Silky, ahora es visitado por turistas y curiosos.
Aparte de recorrer la región y reposar en su árbol favorito, tiene también su morada, se dice que es la casa de Silky, se trata de la mansión Denton Hall. Allí muchos testigos lo ven moviéndose por las escaleras sin pisar el suelo, corretea como cualquier niño que está en su hogar.
Silky no se conforma con asustar a los habitantes del lugar, sino que direcciona sus travesuras a las guapas jovencitas, el fantasma pasa rápidamente y levanta las faldas, haciéndoles pasar un mal momento.
Los jinetes también han sido acosados por Silky, se sentaba detrás de ellos para asustarlos.
La mayoría de habitantes Northumbria, coinciden en pensar que se trata de un fantasma amigable y travieso, pero otros opinan que se trata de un ángel caído, que toma la apariencia de simpático fantasma para ganarse la confianza de las personas, pero que podría ser peligroso.