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06/Feb/2012
Lo Que Nunca Viste

El Palacio de Lercaro, lugar encantado.

La Casa Lercaro, también conocida como el Museo de Historia de Tenerife (Islas Canarias).

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La Casa Lercaro, también conocida como el Museo de Historia de Tenerife (Islas Canarias), alberga en su interior múltiples misterios que se escapan a la razón humana.
Misterios que tienen su origen en las pasiones humanas.
Catalina, primogénita de la familia de comerciantes Lercaro de Génova, se negó a las exigencias de sus padres, que la entregaron en matrimonio a un traficante de esclavos. La joven, atormentada, no conseguía asimilar las obligaciones de una mujer de su época (siglo XVI), y, se convenció a sí misma, de que no merecía el infierno que le esperaba en un matrimonio de conveniencia.
Catalina, enloquecida, huyó del altar para lanzarse por el antiguo pozo del palacio. Su familia, destrozada, tuvo que lidiar, no sólo con el suicidio de la joven, sino con la vergüenza de que su cuerpo no podía ser enterrado en Campo Santo, decidieron darle sepultura en el palacio, pero acabarían huyendo por las terroríficas apariciones que empezaron a sucederse en el lugar, y se trasladaron a "La Orotava en Tenerife".
El espectro de Catalina vaga sin rumbo en el Palacio Lercaro. Todos los que se cruzan con ella, comentan que su rostro exhibe desesperación y desasosiego.
A pesar del peso de los siglos, su presencia no desaparece.
El flamante castillo del siglo XVI acabó siendo un lugar en ruinas y abandonado. A principios de los años noventa, en pleno siglo XX, el Cabildo de Tenerife decidió convertirlo en lo que es hoy: un museo de historia.
Durante las obras de restauración, los obreros y vigilantes comentaron que un extraño ser vagaba por el palacio, les aterrorizaba la idea de pasar allí la noche.
Una serie de rumores empezaron a extenderse por el municipio. Decían que un vigilante de seguridad y una limpiadora habían visto a Catalina en el palacio.
Otros cuentan que en el ambiente se perciben una extraña presencia, ruidos, sombras y desconocidos olores.
La situación era tan insostenible, que se abrió una investigación para determinar la veracidad de la Leyenda de Catalina.
Se desconoce si realmente existió alguna vez una joven que se suicidó en el pozo del palacio huyendo de su destino.
Lo único que sí es real es la atmósfera de misterio que habita en el museo, sea o no, la eterna morada de Catalina de Lercaro.
Fecha
06/Feb/2012
Etiquetas
Casa Lercaro misterios Catalina primogenita Lercaro matrimonio huyo suicidio
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