Los fantasmas del Palacio de Linares en Madrid

Cuando fallecieron pasó por varios propietarios hasta llegar a ser en la actualidad Casa de América, lugar cultural centro de exposiciones, conferencias y cursos.
En 1990 comenzó el peregrinar de parapsicólogos y curiosos después de dar la voz de alarma sobre la existencia de unas apariciones aparentemente de una niña llamando a sus padres.
Según una interesante leyenda cuya veracidad no ha podido ser históricamente demostrada, el marqués se enamoró de Doña Raimunda Osorio, la hija de una cigarrera. Al enterase su padre, Don Mateo Murga y Michelena le confesó en una carta que él había tenido relaciones con la madre de Doña Raimunda con lo cual eran hermanos. Su amor fué mucho más fuerte que los convencionalismos de la época y se casaron, no sin antes solicitar una bula papal para poder vivir en castidad sin pecado. A pesar de todo, engendraron una niña, Raimundita, que tristemente fue emparedada o posiblemente ahogada y cuyo fantasma vaga ahora con sus padres por las estancias del bonito Palacio.
Durante meses parapsicólogos de todas partes llegaron para escuchar las psicofonías con canciones infantiles de la niña y sus padres pero el mayor informe que se realizó en 1989 resumía que en el Palacio de Linares se formaban corrientes energéticas desconocidas posiblemente con origen en una tragedia familiar y que se daban condiciones para manifestación de fantasmas o espíritus.
Otros fenómenos extraños fueron las bajadas de temperatura de algunas estancias, incluso en verano de hasta 10 grados bajo cero, música de órgano que sale de la capilla y espectros y campos energéticos que salían en las fotografías de algunas habitaciones.