Además de los beneficios en la salud, posee un sabor peculiar.
Compartir
Su nombre en latín, Carthamus tinctorius, proviene del árabe Kârtum que quiere decir tinte, es una planta usada como especia, aceite vegetal comestible, medicina y colorante. Las plantas llegan a medir entre 30 a 150 cm de altura, con cabezas florales globulares, de color amarillo, naranja o rojo y florece en pleno verano y es muy resistentes a la sequía y bastante susceptibles a las heladas. Hay dos tipos de cártamo, que producen diferentes tipos de aceite; uno alto en ácido graso monoinsaturado y otro alto en ácido graso poliinsaturado. Estudios han demostrado que el cártamo mejora la glucemia, inflamación y lípidos sanguíneos; el aceite de cártamo posee propiedades laxantes, antifúngicas y analgésico. Es recomendable consumirlo para prevenir enfermedades del hígado y corazón, hiperlipidemias, hipercolesterolemias, ateroesclerosis, tromboembolismos, estreñimiento, cólicos, parasitosis intestinales y dermatomicosis. El cártamo posee un sabor peculiar, posee un vibrante toque similar al azafrán; por lo que es ideal para usarse en ciertas recetas de carne o vegetales.
Luego de un proceso de largo aliento, un grupo de científicos de la Universidad de Florida Central finalmente consiguieron crear conectores neuromusculares en medio de músculos y células de médula espinal y sólo utilizando células madre. Lo Que Nunca Viste
Así lo sostiene un estudio del Conicet, que pudo determinar que el abuso de esa droga en una sola jornada altera los ritmos de sueño y vigilia. Las alteraciones neuronales llegan a ser irrecuperables. Lo Que Nunca Viste