Recuperan un barco hundido en el Ródano

El arqueólogo Luc Long, en el año 2004 descubrió una barcaza en el Río Ródano, la misma había conservado su cargamento, fue bautizada con el nombre de Arles-Rhône 3, la barcaza romana fue construida para el comercio fluvial, mide 31 metros.
Tres arqueólogos en el año 2007 se hicieron cargo del estudio de la nave de madera que estaba enterrada en el lodo durante casi 2,000 años.
Al desensamblar la proa del barco encontraron un denario de plata, el constructor del barco había sellado la moneda entre dos tablas, porque era una manera de atraer la buena suerte.
Cuando el Arles-Rhône 3 se hundió, llevaba 30 toneladas de piedras para construcción.
En la barcaza se encontraron una hoz, una jarra de barro grande, un plato y una jarra gris cuyo propietario era el mismo hombre, llevaban las iniciales AT.
El lodo había protegido las tablas de la putrefacción microbiana, pero el agua había disuelto la celulosa e invadido las células de la madera, convirtiendola en una estructura blanda y esponjosa.
Francis Bertrand, director de ARC-Nucléart, un taller de restauración y conservación de Grenoble explica: "La madera se sostenía por el puro soporte del agua, si se evaporase, toda la estructura se vendría abajo".
La solución fue dejarla unos meses sumergida en polietilenglicol y luego someterla a un proceso de liofilización, rellenándola gradualmente con el polímero antes de eliminar el agua. Pero habría que partir la nave en tantos pedazos como fuese necesario para que cupiesen en los liofilizadores. El proceso llevaría dos años.