Enviar a email
  

  
Tiempo de lectura
02:02 min.
08/May/2014
Lo Que Nunca Viste

Japón un imperio de la moda en el siglo XVIII

Las damas de clase alta gustaban lucir modelos caros y sofisticados

Compartir
En el año 1600 se libró una batalla en la llanura de Sekigahara y la familia de los Tokugawa se apoderó del cargo; no sólo trajo a Japón políticas diferentes también marcó un profundo cambio en la forma de vestir.
La prenda exterior básica de los japoneses había sido el kosode, una especie de túnica abierta con patrón en forma de T que se ajustaba a la cintura con una faja.
El kosode era prácticamente unisex: tenía el mismo corte para hombres y mujeres, y una decoración parecida, gustaban de los elementos ornamentales grandes y llamativos y de los bordados con hilo de oro.
En el período Edo, pronto empezaron a distinguirse los motivos ornamentales de las ropas de hombre y de mujer, las mujeres se reservaron la decoración colorida y vistosa, mientras que los hombres se decantaban por motivos pequeños y simples.
Las clases pudientes estaban sometidas a una minuciosa normativa, que establecía la indumentaria apropiada para cada uno según su rango.
Por ley los vestidos lujosos estaban reservados a la aristocracia.
Las geishas, en el período Edo, iban siempre a la última moda, creaban las tendencias, al final del período Edo, todas las japonesas del país copiaban a las geisha y se envolvían en ropajes similares.
En cuanto a los hombres, el personaje eran los samurái, se dedicaron a sistematizar su código de conducta y su vestimenta.
Su atuendo conocido como kamishimo, estaba compuesto por dos prendas principales, un amplio pantalón o hakama y una prenda superior que podía ser una especie de chaleco con los hombros muy exagerados o bien una chaqueta larga y abierta llamada haori, eran de colores poco llamativos y con motivos pequeños y sobrios, con el escudo familiar, indicando el rango.
Los materiales eran distintos según el poder adquisitivo del samurái, podían ser de algodón o de seda.
Los japoneses de clase popular se enfrentaban a numerosas restricciones, estaba prohibido emplear tejidos lujosos para sus ropas, y había zonas en las que sólo podían poseer un traje de cáñamo para el verano y otro de papel para el invierno.
Las prendas de papel o shii, de uso común, eran ligeras, lavables, bastante resistentes y más cálidas que las de algodón, se fabricaron hasta la segunda guerra mundial y aún hoy hay artesanos que las producen.
También recurrieron a materiales menos elaborados, como los juncos, con los que se realizaban las capas para la lluvia.
Fecha
08/May/2014
Etiquetas
Japón moda kosode túnica decoración bordados hakama kamishimo
El arte de envenenar

El arte de envenenar

El mundo renacentista fue tan bello como brutal. Asesinatos y conjuras estaban a la orden del día. Y el veneno se convirtió en el arma más sofisticada.

28/Sep/2017
Vasija de arcilla

Vasija de arcilla

La vasija de arcilla fue enterrada bajo la cocina de una cabaña.

24/May/2017
Compartir

Boletín por email

Únete
Cargando...