Antaño el lago sagrado

En la zona norte de la gran isla de Madagascar, está el lago Antañavo, un lugar considerado sagrado y donde cuenta una leyenda africana que existió una gran ciudad dominada por un rey, una ciudad próspera; en esta ciudad vivía una pareja con su hijo recién nacido, una noche el recién nacido comenzó a llorar desesperadamente, y pese a los intentos e inventivas de la madre para aliviar su malestar, el pequeño no dejaba de llorar, así que su madre decidió llevárselo a tomar el aire bajo un gran tamarindo, mientras ambos estuvieron bajo el tamarindo el bebé durmió apaciblemente, pero al regresar ambos a la casa, los llantos comenzaron de nuevo, la madre decidió volvió a llevar a su hijo bajo el árbol, donde comprobó que no lloraba, así que decidió que pasaría la noche completa bajo el tamarindo, de repente una enorme sacudida se produjo bajo sus pies, y comprobó horrorizada como se abría un gran agujero bajo el pueblo, tragándose las casas y a sus habitantes y el gran hueco se fue llenando de agua hasta alcanzar la base del tamarindo, en la cual estaba la aterrada madre con su hijo, únicos supervivientes de aquella catástrofe, desde entonces se considera a este lugar como sagrado.
Tanto los antankarana como los sakalava creen que las almas de los habitantes del antiguo pueblo viven hoy como cocodrilos en el lago Antañavo, por lo que está prohibido darles caza, sino que además se les procuran alimentos en determinadas fechas, el agua es sagrada y tiene propiedades curativas por lo que está permitido tomar un poco en un recipiente, pero no está permitido bañarse en él.
Existe la costumbre de ofrecer alimentos a los cocodrilos a cambio de descendencia, siendo pagada la deuda por los demandantes una vez que se han tenido los hijos deseados.