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03/Dic/2012
Lo Que Nunca Viste

La Astronomía en la antigüedad

La curiosidad humana con respecto al día y la noche, al Sol, la Luna y las estrellas.

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La necesidad de establecer con precisión las épocas adecuadas para sembrar y recoger las cosechas, para las celebraciones, y la de orientarse en los desplazamientos y viajes, la astronomía fue quien solucionó estos los problemas en las primeras civilizaciones.
El cielo para los pueblos primitivos, mostraba una conducta muy regular, el Sol que separaba el día de la noche, salía todas las mañanas desde una dirección, el Este, se movía uniformemente durante el día y se ponía en la dirección opuesta, el Oeste; por la noche se podían ver miles de estrellas que seguían una trayectoria similar.
Comprobaron que en las zonas templadas, el día y la noche no duraban lo mismo a lo largo del año; en los días largos, el Sol salía más al Norte y ascendía más alto en el cielo al mediodía, en los días con noches más largas el Sol salía más al Sur y no ascendía tanto.
El conocimiento de los movimientos cíclicos del Sol, la Luna y las estrellas mostraron su utilidad para la predicción de fenómenos como el ciclo de las estaciones, de cuyo conocimiento dependía la supervivencia de cualquier grupo humano, cuando nacieron las primeras comunidades agrícolas, era fundamental conocer el momento oportuno para sembrar y recoger las cosechas.
Desde un principio, debió de ser importante el hecho de que la calidad de la luz nocturna dependiera de la fase de la Luna, y el ciclo de veintinueve a treinta días ofrece una manera cómoda de medir el tiempo, los calendarios primitivos casi siempre se basaban en el ciclo de las fases de la Luna.
Los primitivos, creían que las estrellas estaban fijas en una especie de bóveda sobre la Tierra, pero el Sol y la Luna no deberían estar incluidos en ella.
Del Megalítico se conservan grabados en piedra de las figuras de ciertas constelaciones: la Osa Mayor, la Osa Menor y las Pléyades; en ellos cada estrella está representada por un alvéolo circular excavado en la piedra.
La mayor parte de los alineamientos de piedras, del final del Neolítico, estan orientados hacia el sol naciente, aunque no de manera exacta sino siempre con una desviación de algunos grados hacia la derecha, hace pensar que suponían fija la Estrella Polar e ignoraban la precesión de los equinoccios.
Fecha
03/Dic/2012
Etiquetas
astronomía antigüedad sembrar cosechas día noche sol luna estrellas ciclos estaciones supervivencia
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